Jueves 17 de octubre
Una de las grandes cintas de Frank Tahslin, creador multifacético que se inició en los dibujos animados, es esta comedia sobre las tribulaciones de un publicista televisivo de poca monta que ve una gran oportunidad en una voluptuosa chica a quien convence para ser el centro de una campaña publicitaria de lápiz labial. Tashlin recurre también a una retórica heredad del cartoon y al explosivo erotismo de Jayne Mansfield, con quien ya había trabajado en The Girl Can’t Help It (1956), para construir una comedia que, entre otras cosas, habla del irracional temor del hombre hacia la mujer.